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La economía doméstica

La economía doméstica
La hipoteca, las facturas, las compras... Hablar de las cuentas de la casa a veces nos lleva a que utilicemos expresiones como "Apretarse el cinturón" o "Tirar la casa por la ventana", con significados totalmente opuestos. Conoce algunas más.

Qué difícil tarea es llegar a fin de mes cuando la economía doméstica no pasa por su mejor momento o no se gestiona de manera adecuada. Es esta una de las principales causas del bienestar o la inquietud de las familias, especialmente en tiempos de crisis.

En momentos como esos no es extraño que alguien diga: Tenemos que apretarnos el cinturón, que significa que hay que reducir los gastos, a la espera de tiempos mejores. En caso contrario, si las cuentas de la casa tienen un saldo1 positivo es más probable que escuchemos: ¡Vamos a tirar la casa por la ventana!, o lo que es lo mismo, vamos a darnos un capricho, a comprar o hacer algo que nos apetece mucho, aunque cueste un ojo de la cara2.

En estas fluctuaciones3 de la economía doméstica influyen tanto los ingresos4, que provienen de los salarios o de las inversiones realizadas, como el control de los gastos en las compras o en el ocio, así como el del pago de la luz, el agua, la calefacción o el gas5.

El ahorro resulta necesario para poder afrontar imprevistos, ante los que poco se puede hacer si se derrochan o malgastan6 los ingresos. No obstante, también es interesante asumir7 algunos riesgos para mejorar la situación personal o económica, como alquilar un piso si queremos independizarnos o pedir una hipoteca8 para comprar una casa. Eso sí, es importante leer la letra pequeña -mucha atención a los detalles del contrato- y conocer bien el tipo de interés y las cuotas a pagar, para que no supongan una carga demasiado difícil de llevar en nuestro día a día.

 

1Saldo: cantidad positiva o negativa de una cuenta.

2Costar un ojo de la cara: costar mucho dinero.

3Fluctuación: variación.

4Ingreso: el dinero que entra en casa o que se guarda en el banco.

5Expresiones que se usan suprimiendo la palabra factura (pagar la factura de la luz o pagar la luz significan lo mismo).

6Malgastar, derrochar: usar el dinero en cosas inútiles o innecesarias.

7Asumir: responsabilizarse o hacerse cargo de algo.

8Pedir una hipoteca: contratar un préstamo para pagar un inmueble (casa, local…). Un préstamo es el dinero que solicitamos a una entidad financiera y que hay que devolver con un interés o un porcentaje del dinero prestado en un plazo de tiempo.


[Desde B1]

La hipoteca, las facturas, las compras... Hablar de las cuentas de la casa a veces nos lleva a que utilicemos expresiones como "Apretarse el cinturón" o "Tirar la casa por la ventana", con significados totalmente opuestos. Conoce algunas más.

Qué difícil tarea es llegar a fin de mes cuando la economía doméstica no pasa por su mejor momento o no se gestiona de manera adecuada. Es esta una de las principales causas del bienestar o la inquietud de las familias, especialmente en tiempos de crisis.

En momentos como esos no es extraño que alguien diga: Tenemos que apretarnos el cinturón, que significa que hay que reducir los gastos, a la espera de tiempos mejores. En caso contrario, si las cuentas de la casa tienen un saldo1 positivo es más probable que escuchemos: ¡Vamos a tirar la casa por la ventana!, o lo que es lo mismo, vamos a darnos un capricho, a comprar o hacer algo que nos apetece mucho, aunque cueste un ojo de la cara2.

En estas fluctuaciones3 de la economía doméstica influyen tanto los ingresos4, que provienen de los salarios o de las inversiones realizadas, como el control de los gastos en las compras o en el ocio, así como el del pago de la luz, el agua, la calefacción o el gas5.

El ahorro resulta necesario para poder afrontar imprevistos, ante los que poco se puede hacer si se derrochan o malgastan6 los ingresos. No obstante, también es interesante asumir7 algunos riesgos para mejorar la situación personal o económica, como alquilar un piso si queremos independizarnos o pedir una hipoteca8 para comprar una casa. Eso sí, es importante leer la letra pequeña -mucha atención a los detalles del contrato- y conocer bien el tipo de interés y las cuotas a pagar, para que no supongan una carga demasiado difícil de llevar en nuestro día a día.

 

1Saldo: cantidad positiva o negativa de una cuenta.

2Costar un ojo de la cara: costar mucho dinero.

3Fluctuación: variación.

4Ingreso: el dinero que entra en casa o que se guarda en el banco.

5Expresiones que se usan suprimiendo la palabra factura (pagar la factura de la luz o pagar la luz significan lo mismo).

6Malgastar, derrochar: usar el dinero en cosas inútiles o innecesarias.

7Asumir: responsabilizarse o hacerse cargo de algo.

8Pedir una hipoteca: contratar un préstamo para pagar un inmueble (casa, local…). Un préstamo es el dinero que solicitamos a una entidad financiera y que hay que devolver con un interés o un porcentaje del dinero prestado en un plazo de tiempo.


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