Vamos a comenzar nuestro recorrido por el mayo florido con las famosas Cruces de Mayo, que se suelen instalar en las calles, plazas o soportales¹, en distintas ciudades españolas, como Granada, Córdoba, Murcia o Valencia. El origen de esta costumbre parece estar en un rito romano que conmemoraba el hallazgo² de la Santa Cruz, pero con el tiempo se ha convertido en una tradición en la que el uso de flores del tiempo para decorar las cruces ha dado paso a creaciones cada vez más originales.

Y las flores naturales tienen que ser también el adorno principal de los patios cordobeses que participan cada año en un concurso municipal, cuya idea surgió en 1921, y en el que se elige al más bello y pintoresco³ de entre todos los que abren sus puertas a los visitantes durante la primera quincena de mayo.

Estos patios, en concreto, conservan en su mayor parte el estilo de las casas árabes, donde, como ocurría también en la cultura grecolatina, se cuidaba al detalle la construcción de esta parte de la vivienda, que se decoraba con esmero⁴, ya que era, y todavía es, un punto de encuentro en la vida cotidiana.  Como es un espacio descubierto, por donde la luz y el aire entran en abundancia, el patio reúne las condiciones idóneas para cultivar una amplia variedad de plantas y flores en los arriates⁵, sobre el suelo, o en las macetas que se ponen en el pavimento⁶ o se cuelgan en las paredes y balcones.

Es, en cualquier caso, la celebración ancestral⁷ de la primavera y un regalo para los sentidos.

¹Soportal: espacio cubierto a la entrada de una casa
²Hallazgo: acción de hallar (encontrar) algo.
³Pintoresco: peculiar, curioso, original.
⁴Esmero: mucho cuidado y atención en hacer algo muy bien.
⁵Arriate: espacio o reciente alargado y estrecho en el que se cultivan plantas de adorno.
⁶Pavimento: suelo artificial, cubierto con cerámica, piedras u otro tipo de material.
⁷Ancestral: muy lejano en el pasado.